Por Mike Tagen
Michael Tagen, Ph.D. es socio de Verdient Science, una empresa de consultoría centrada en el desarrollo de medicamentos a base de cannabinoides. Es licenciado en neurociencia y doctor en farmacología. Ha pasado los últimos 11 años trabajando en ensayos clínicos y desarrollo de fármacos en oncología, inflamación y dolor.
La medicina basada en cannabinoides aún está en sus etapas iniciales, a pesar de los milenios de uso medicinal histórico del cannabis. La lista de condiciones médicas en las que existen informes anecdóticos de que los cannabinoides son eficaces es larga. La lista de afecciones que se han estudiado adecuadamente en ensayos clínicos es corta. Actualmente tan solo estamos empezando a estrechar este hueco.
Ahora estamos en un punto en el que las empresas privadas están dispuestas a invertir importantes cantidades de dinero en el desarrollo de medicamentos a base de cannabinoides y sus pruebas en ensayos clínicos. Una de las preguntas más frecuentes que me hacen estas empresas es que si su objetivo debería ser la aprobación de su producto por un organismo regulador, como la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.
Para entender esta pregunta mejor, deberíamos echar un vistazo a la historia y la finalidad de esta agencia, así como a os ejemplos de medicamentos a base de cannabinoides que ya han recibido la aprobación por el organismo regulador. Cabe destacar que aunque me centre en la FDA, este tema se aplica a los organismos reguladores en países de todo el mundo.
Regulación de la FDA - ¿Por qué importa?
¿Cómo era la vida antes de la regulación de la FDA? Cuando usted adquirió un medicamento, no sabía lo que había en él. No había garantía de potencia (es decir, que la cantidad del principio activo reclamado estaba realmente ahí) o que no había contaminantes dañinos.
No había revisiones de las afirmaciones de eficacia (es decir, si el medicamento en realidad funcionada como se describe) o de seguridad. Cualquiera podía reivindicar un efecto medicinal de cualquier producto que estuviera vendiendo, hubiera o no pruebas. No es sorprendente que esto condujera a la era del "aceite de serpiente", tinturas inertes que no tenían ningún efecto, pero que se vendían como curas.
Hay muchos paralelismos entre los medicamentos en la era anterior a la FDA y los productos de la industria del cannabis. Con frecuencia, los productos están mal etiquetados con respecto a su potencia, con niveles de cannabinoides significativamente más altos o más bajos de lo que se afirma. Dependiendo de las regulaciones estatales y las políticas de cada empresa en cuestión puede o no haber pruebas para pesticidas, patógenos, metales pesados o disolventes residuales potencialmente dañinos. Por último, algunas empresas promocionan sus productos de cannabis para usos médicos específicos, incluso cuando todavía no hay pruebas adecuadas para hacer estas afirmaciones.
La misión de la FDA para regular los medicamentos se inició bajo la Ley de pureza de Alimentos y Medicamentos de 1906. Con esta ley y las posteriores, los productos farmacéuticos se han convertido en una de las industrias más estrictamente reguladas del país.
Estas regulaciones han llevado a muchas cosas que ahora damos por sentado. Cuando un médico prescribe un medicamento, es casi seguro que estará libre de contaminantes y la dosis será exactamente la indicada. Todos los medicamentos aprobados se han estudiado de manera adecuada para evaluar sus beneficios en relación con sus riesgos y han alcanzado al menos un estándar mínimo establecido por los expertos. Un resumen de la información generada a partir de estos estudios está disponible públicamente para médicos y pacientes.
Eso no quiere decir que este proceso sea perfecto. En ocasiones, se descubren efectos secundarios poco frecuentes después de la aprobación de un medicamento. Desafortunadamente, hay algunos ejemplos de empresas que promocionan sus productos de manera ilegal o no ética para usos no aprobados o inapropiados. Sin embargo, prácticamente todos estarían de acuerdo en que la salud pública del país está mucho mejor que sin la regulación y el cumplimiento que la FDA establece.
¿Por qué buscar la aprobación de la FDA para medicamentos cannabinoides?
Las empresas de cannabis en Estados Unidos ocupan una posición única. Si la FDA no acepta un medicamento farmacéutico, es ilegal venderlo en EE.UU. y las sanciones por hacerlo serían severas. Sin embargo, las empresas de cannabis con licencias estatales pueden vender medicamentos derivados del cannabis con el permiso de la ley estatal. A pesar de que esto está explícitamente prohibido a nivel federal, se han tomado pocas medidas de cumplimiento.
La inversión financiera en el desarrollo clínico de un producto para obtener la aprobación de la FDA es significativa. Lleva años realizar los estudios necesarios para obtener esta aprobación. Existe un riesgo considerable de que los resultados no sean adecuados para su aprobación.
Entonces, ¿por qué una empresa de cannabis se molestaría en obtener la aprobación de la FDA cuando simplemente podrían vender sus productos inmediatamente de acuerdo con las regulaciones estatales? Hay muchas razones por las que esto es un riesgo alto, pero una vía potencialmente muy gratificante para una empresa que está dispuesta a hacer la inversión:
- Los estudios clínicos realizados para obtener la aprobación de la FDA contribuirán al conocimiento de la medicina de cannabis. La financiación gubernamental de los estudios clínicos siempre será mínima dado su coste. La inversión privada es necesaria para ayudar a comprender qué cannabinoides y dosis pueden ser más efectivos en enfermedades específicas.
- La aprobación de la FDA les dará a los médicos la confianza y la capacidad de recetar cannabinoides. Actualmente, los médicos están limitados a "recomendar" los cannabinoides y, a menudo, se muestran reacios a enviar a los pacientes a un ambulatorio donde, por lo general, no saben qué producto terminará recibiendo el paciente.
- Un producto aprobado por la FDA puede venderse a nivel nacional. No solo será un mercado más grande que vender en estados individuales, sino que la empresa ya no necesitará operar en un área gris reguladora con el gobierno federal, especialmente cuando se trata de banca.
- Si un producto recibe la aprobación de la FDA, existe una alta probabilidad de que también pueda recibir la aprobación regulatoria en muchos otros países, expandiendo enormemente su mercado.
- Los productos aprobados por la FDA pueden recibir un reembolso de las empresas de seguros. Si bien el precio de los medicamentos es un tema controvertido en las empresas en Estados Unidos pueden cobrar precios más altos por un medicamento cubierto por un seguro y potencialmente obtener mayores rendimientos.
Ejemplos de medicamentos cannabinoides con aprobación regulatoria
Ejemplo n.º 1: Dronabinol y Nabilona
El dronabinol y la nabilona fueron los primeros medicamentos cannabinoides aprobados por la FDA en la década de 1980. No obstante, son diferentes de la mayoría de los medicamentos a base de cannabinoides en cuanto al hecho de que no derivan de plantas. Más bien, ambas son formas sintéticas de THC, la molécula responsable de los efectos intoxicantes del cannabis. La diferencia entre ellos es que el dronabinol imita exactamente la forma de THC que se encuentra en la planta de cannabis, mientras que la nabilona es una forma ligeramente diferente. Esto le da a la nabilona algunas propiedades diferentes, pero los efectos generales son similares.
El dronabinol está aprobado en dos formulaciones: una formulación en cápsula en la que el THC se disuelve en aceite de sésamo (comercializado como Marinol) y una formulación líquida comercializada como Syndros. Ambas formas de dronabinol están aprobadas para dos usos. Uno es estimular el apetito en pacientes con SIDA que experimentan anorexia. El otro es reducir las náuseas y los vómitos resultantes de la quimioterapia.
La nabilona (comercializada como Cesamet) solo está aprobada para las náuseas y los vómitos causados por la quimioterapia contra el cáncer.
Ejemplo n.º 2: Sativex
Nabiximols (comercializado como Sativex) es un medicamento a base de cannabis que se ha estudiado en múltiples enfermedades. Fue desarrollado por GW Pharmaceuticals y se aprobó por primera vez en el Reino Unido en 2010 para la espasticidad muscular debido a la esclerosis múltiple. Ahora está aprobado en muchos países para esta afección, pero aún no ha sido aprobado por la FDA.
Sativex también se ha probado en estudios clínicos de pacientes con dolor crónico. La mayoría de los estudios se han centrado en un tipo específico llamado dolor neuropático causado por daño a los nervios. Canadá, por ejemplo, ha aprobado Sativex para el dolor neuropático en pacientes con esclerosis múltiple, así como para pacientes con cáncer avanzado que no han respondido adecuadamente a los opioides.
Sativex contiene THC, pero tiene algunas diferencias importantes con las formas sintéticas de THC discutidas anteriormente. Sativex no es sintético, pero deriva de extractos de la planta de cannabis. Para ponerlo en los términos reglamentarios, contiene una "sustancia farmacológica botánica". A pesar de algunos malentendidos sobre este punto, la FDA y otras agencias reguladoras no están en contra de los medicamentos de origen botánico. Sin embargo, sí reconocen que existen algunos desafíos únicos y la FDA actualizó recientemente una guía regulatoria que brinda recomendaciones sobre el desarrollo de estos productos.
Además de THC, Sativex contiene una cantidad aproximadamente igual de cannabidiol (CBD). Esto se basó en la hipótesis de que esta combinación sería mejor tolerada y tendría mejor eficacia que el THC solo. Sativex también contiene pequeñas cantidades de cannabinoides y terpenos menores, aunque la empresa no ha publicado ningún resultado que demuestre que contribuyen al efecto terapéutico de Sativex.
Ejemplo n.º 3: Epidiolex
Epidiolex es otro medicamento a base de cannabis desarrollado por GW Pharmaceuticals. Sin embargo, contiene predominantemente CBD con niveles muy bajos de THC. Recibió la aprobación de la FDA en 2018 para dos formas raras de epilepsia infantil.
GW Pharmaceuticals continúa desarrollando Epidiolex para otras indicaciones. La página de la cartera de su sitio web indica que actualmente se está estudiando en el complejo de esclerosis tuberosa y el síndrome de Rett. Ambas son enfermedades raras del desarrollo neurológico donde la convulsión es un síntoma común.
Más allá de los estudios que están patrocinados oficialmente por GW, Epidiolex se está investigando en una variedad de otras afecciones, que incluyen tipos adicionales de epilepsia, dependencia de drogas y neuroinflamación.
Dado que esta fue la primera aprobación de la FDA para un medicamento cannabinoide derivado de plantas, ha generado un gran interés por parte de otras empresas que desean seguir su ejemplo.
El futuro de la aprobación regulatoria para medicamentos cannabinoides
El futuro parece brillante para la inversión en medicamentos a base de cannabinoides. Las empresas con experiencia que operan más como compañías farmacéuticas (como GW Pharmaceuticals) continúan sus inversiones en desarrollo clínico. Muchas empresas que han estado operando bajo licencias estatales individuales están discutiendo seriamente la posibilidad de entrar en esta área también. Al menos por el momento, el entusiasmo es alto y el ambiente para la recaudación de fondos es muy bueno.
Seguramente no todas las muchas afecciones médicas para las que se proponen los cannabinoides terminarán con los resultados positivos. Empujar los límites de la ciencia siempre es incierto y se esperan algunos resultados negativos. Ya se han realizado varios estudios clínicos con resultados negativos que han hecho que las empresas dejen de realizar más pruebas, aunque estos no suelen discutirse tanto como los éxitos, como Epidiolex.
Espero que sigamos viendo la expansión de los medicamentos existentes. Esto incluye aprobaciones reguladoras en nuevos países, así como un número ampliado de afecciones médicas para las cuales están aprobados. A medida que se obtengan nuevos resultados clínicos, eventualmente veremos más empresas con medicamentos a base de cannabis aprobados por la FDA. Estas aprobaciones ampliarán el uso de cannabinoides, ya que los médicos finalmente podrán sentirse seguros al recomendarlos a sus pacientes.