Por Manuel Perez Moreno
Licenciado en Farmacia por la Universidad de Alcalá de Henares y Doctor Cum Laude por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Farmacología y de Química Farmacéutica. Autor de artículos en revistas internacionales, capítulos de libros y charlas y conferencias sobre drogas de abuso.
Ha desarrollado su vida profesional entre la Industria Farmacéutica, la Farmacia Hospitalaria, la Docencia y la Oficina de Farmacia.
Apasionado por el mundo del Cannabis y de las propiedades farmacológicas de la planta, ha realizado trabajos sobre la adulteración y la contaminación de los derivados del Cannabis.
¿Presenta contaminación fúngica la marihuana en Madrid?
¿Qué cannabinoides y en qué concentración se encuentran en la marihuana que se adquiere en las calles de la capital de España?
¿Se puede emplear la marihuana adquirida en Madrid como producto fitoterapéutico?
A lo largo del año 2020, el Dr Manuel Pérez-Moreno y el Director técnico de la Fundación CANNA, Ignacio García, se dedicaron a analizar la marihuana que se vende en la capital de España.
Calles, parques, locales y pisos de 18 de los 21 distritos que forman la capital fueron visitados para adquirir, como podría hacer cualquier ciudadano, muestras que posteriormente fueron analizadas.
Un total de 40 muestras, recogidas en 12 meses y en lugares diferentes, fueron sometidas a análisis microbiológico y físico-químico, con el fin de conocer exactamente, qué es lo que se vende y lo que se consume en Madrid. Para ello, los investigadores contaron con el apoyo y asesoramiento de profesores y personal cualificado de tres universidades: la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Extremadura y la Universidad Alfonso X el sabio.
Históricamente, los derivados del cannabis, se conocen desde hace más de 5000 años. Los primeros registros los encontramos en la antigua China y, desde entonces, las principales civilizaciones (India, Persa, Egipcia, Griega, Romana y Árabe), los han empleado a lo largo de la historia con fines terapéuticos, religiosos y lúdicos o recreativos.
En la actualidad, los derivados del cannabis, son las drogas de abuso ilegales más consumidas en España y en la UE. Esta circunstancia de ilegalidad hace que tanto productores como transportistas, distribuidores y vendedores, no estén sometidos a ningún tipo de código de buenas prácticas, ni a ningún control de calidad por parte de las autoridades sanitarias y administrativas. Por lo que estos científicos creyeron necesario realizar este estudio y, así, dar a conocer qué es lo que realmente se está adquiriendo y consumiendo.
Hoy en día, el principal uso de la marihuana y, por extensión, de los derivados del cannabis es el recreativo, aunque también se emplea para potenciar la creatividad, por su efecto terapéutico (analgésico, antiinflamatorio, antiespasmódico...) y para paliar los efectos secundarios de terapias agresivas (náuseas, vómitos, falta de apetito, de ánimo...). Estos efectos secundarios presentan el agravante de darse en personas con un sistema inmunitario bastante debilitado y que se ven obligadas a adquirir la marihuana en la calle, ante la imposibilidad de poder conseguir un cannabis certificado y con registro sanitario.
La presencia de una carga fúngica elevada o el crecimiento de hongos de géneros toxigénicos en la marihuana, la invalidaría para su consumo, constituyendo un fraude para el consumidor. Además, si tenemos en cuenta que la marihuana es consumida tanto por personas sanas como por un número importante de personas enfermas, la presencia de una elevada carga fúngica en las muestras o el crecimiento de hongos toxigénicos podría desencadenar un serio problema de salud pública.
Otro aspecto importante a tener en cuenta en la marihuana adquirida y consumida en la ciudad de Madrid, fue la presencia y concentración de cannabinoides. En este estudio se tiene en cuenta que, aunque en la planta se generan más de 70 fitocannabinoides, además de terpenos y flavonoides, importantísimos todos ellos, en el empleo de la marihuana como fitoterápico (efecto séquito), se analizaron los tres más importantes; el THC, el CBD y el producto de la oxidación del primero, el CBN.
El análisis microbiológico consistió en la siembra, crecimiento y posterior identificación de todos y cada uno de los géneros fúngicos aparecidos en cada muestra, así como de la concentración de estos por gramo de muestra. Mientras que el análisis físico-químico se realizó para la determinación de los principales cannabinoides y la concentración de los mismos en cada muestra, empleando de forma novedosa patrones ácidos de los principales cannabinoides, obteniendo así unos resultados mas cercanos a la realidad, que empleando patrones neutros, como se venía realizando tradicionalmente en la cromatografía de gases con ionización de llama, que fue la técnica de análisis elegida.
Tras los análisis, los investigadores pudieron comprobar, por un lado, el grado de contaminación fúngica de las muestras. Hongos del género Penicillium, Mucor y Aspergillus, de una forma desproporcionada, contaminaban las muestras de tal manera que el 62.5% de las muestras analizadas no resultó apta para el consumo. En cuanto a la concentración de principios activos, observaron que la concentración media de las muestras en cuanto a THC fue superior al 15 %, alcanzando algunas muestras un 20%, mientras que la concentración de CBD y CBN en la gran mayoría de las muestras no llegaba al 1.2%. Se compararon posteriormente estos resultados con otros obtenidos en otras zonas de España e incluso con otros estudios realizados en otros países de la Unión Europea, resultando que la marihuana que se puede adquirir en Madrid resulta más potente que la del resto de la UE.
Como consecuencia de este estudio, estos investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:
- La contaminación fúngica detectada, en un elevado porcentaje de las muestras, permite catalogar la marihuana adquirida en las calles de Madrid, en más de la mitad de los casos, como no apta para el consumo.
- La marihuana adquirida en Madrid capital tiene baja o nula concentración de CBD y presenta una concentración de THC superior al 15%.
- El consumo de marihuana adquirida en la calle en Madrid capital, además de ser un fraude para el consumidor, en la mayoría de los casos, puede llegar a ser un serio problema de Salud Pública, tanto en personas sanas, como en personas con patologías previas.