El Δ-9-Tetrahidrocannabinol, comúnmente conocido como THC es el componente psicoactivo (alteración de la percepción y modificación del estado de ánimo) de la planta de cannabis más importante y abundante en las variedades clasificadas precisamente como psicoactivas. Las no psicoactivas conocidas como cáñamo, por normativa internacional deben tener menos del 1% de THC.
Los porcentajes contenidos en las plantas psicoactivas son variables en las distintas cepas y dentro de una misma cepa, dependiendo de las condiciones de cultivo, pudiendo ir desde porcentajes bajos hasta los que superan el 25% de THC.
Cannabinoides Psioactivos y Psicotrópicos
Los cannabinoides con efecto psicoactivo son el THC, el cannabinol y el delta-8-THC, siendo el THC el más potente y abundante. La psicoactividad es el efecto buscado para el uso adulto o recreativo.
Otros cannabinoides, como el CBD, el CBG y THCV, son psicotrópicos, es decir que tienen afinidad por el Sistema Nervioso Central donde ejercen sus acciones, pero no son psicoactivos, o sea que no producen "viaje". Es más, el CBD antagoniza los efectos psicotomiméticos del THC.
El THC es el cannabinoide que genera las mayores polémicas en torno a la legalización del Cannabis por algunos de sus efectos tales como la alteración de la memoria y la percepción. Sin embargo, esto no obsta para que se deban reconocer efectos terapéuticos muy importantes. Más aún, algunos efectos causantes de preocupación que efectivamente pueden generar complicaciones en el desempeño y estado de ánimo, también pueden ofrecer beneficios terapéuticos dependiendo de cómo se usen.
Es el caso del tratamiento de algunas condiciones clínicas en las que, por ejemplo, la alteración de la propiocepción (la percepción del propio cuerpo), puede ser de gran utilidad en el tratamiento del dolor. Igualmente, la alteración de la memoria resulta beneficiosa en el tratamiento del síndrome de estrés postraumático por atenuar, sino borrar, la memoria de los episodios que generan el sufrimiento.
La ventana terapéutica (rango entre la dosis efectiva y la aparición de efectos secundarios) del THC no es tan amplia como en el CBD, pero manejándose con precaución y dosificando en aumentos lentamente progresivos, debido al desarrollo de tolerancia, puede reducirse la incidencia de efectos incómodos para los pacientes de uso medicinal.
De todos modos, los efectos adversos del THC, al igual que con el CBD, son reversibles con la reducción de la dosis o la interrupción del tratamiento.
Propiedades terapéuticas del THC
Las propiedades terapéuticas más importantes del THC, aunque demostradas con distinta calidad de evidencia son:
- analgésica
- antiinflamatoria
- neuroprotectora
- antioxidante
- relajante muscular
- antiemética y antináusea
- antitumoral
- orexigénica (estimulación del apetito)
- reductora de la apetencia por cocaína, heroína, alcohol y otras drogas
En base a esto, el THC se utiliza en el tratamiento de:
- enfermedades que cursan con rigidez muscular como Parkinson y Esclerosis Múltiple
- dolor crónico de distintas causas, particularmente el dolor neuropático, metastásico y secundario a la artrosis
- acompañamiento de la quimioterapia
- tratamiento antitumoral asociado a otros tratamientos oncológicos.
Efectos adversos del THC
Además de los ya comentados, entre los efectos adversos del THC se cuentan sensación de cansancio, somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos y trastornos en la coordinación.