El pasado mes de Noviembre se celebró en Bilbao la 18ª Reunión Anual de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC). El evento contó con 140 inscritos de los cuales, más del 50% fueron jóvenes investigadores que están iniciando su carrera científica, y que durante tres días pudieron asistir tanto a las sesiones de comunicaciones orales como a las sesiones de pósters, donde quedó patente el alto nivel científico de los grupos españoles que se dedican al estudio del Sistema Cannabinoide (SC).
Tras el acto inaugural presentado por diferentes autoridades académicas, y tal y como suele ser habitual en las reuniones de la SEIC, un investigador de reconocido prestigio internacional dio comienzo a la reunión. En esta ocasión, la SEIC contó con la presencia del Profesor Ken Mackie (Universidad de Indiana, EEUU) experto en el estudio farmacológico del Sistema Cannabinoide Endógeno y el mecanismo de acción de compuestos cannabinoides como el ∆9-tetrahidrocannabinol (THC). En su conferencia, el Prof. Mackie explicó la necesidad de seguir investigando sobre los efectos a largo plazo del consumo de cannabis en adolescentes debido a la alta prevalencia del consumo en ese rango de edad y la posible asociación de su consumo con enfermedades psiquiátricas. También destacó que, debido a que existen numerosos fitocannabinoides presentes en la planta, es importante conocer las posibles interacciones entre los diferentes compuestos que podrían afectar en último término al neurodesarrollo de los consumidores. Como conclusión de sus últimos trabajos explicó que, en modelos animales, la administración crónica de THC durante la adolescencia conduce a ciertas alteraciones en el comportamiento (disminución de la memoria a largo plazo, aumento de comportamientos repetitivos o compulsivos) que no se observan cuando se realiza la administración de THC en animales adultos, indicando que el cerebro en desarrollo es particularmente vulnerable al efecto negativo del THC a largo plazo. Por otro lado, la co-administración de cannabidiol (CBD) y THC parece reducir estos efectos negativos, por lo tanto, cepas de C. sativa enriquecidas en CBD podrían conllevar riesgos diferenciales sobre el desarrollo cerebral.
Una vez inaugurada la Reunión, durante tres sesiones de comunicaciones orales y dos sesiones de pósters se dieron a conocer los últimos resultados de las investigaciones de los diferentes grupos de investigación españoles, aunque también asistió algún representante de grupos extranjeros. Cabe destacar que la gran mayoría de comunicaciones fueron presentadas por investigadores e investigadoras junior que se encuentran realizando su Tesis Doctoral en diferentes campos relacionados con el SC.
La primera sesión de comunicaciones orales estuvo dedicada a la localización y señalización de los receptores cannabinoides y en ella quedó patente la importancia de la presencia del receptor cannabinoide tipo 1 (CB1) en la mitocondria y se especuló sobre su posible papel en la regulación sináptica y en la función motora. El receptor CB1 también se relacionó con los mecanismos de maduración de los oligodendrocitos, proceso fundamental para el correcto funcionamiento neuronal y la supervivencia de las neuronas, de tal manera que la alteración de dicho receptor podría relacionarse con la fisiopatología de la esclerosis múltiple. En cuanto al receptor cannabinoide tipo 2 (CB2) se propuso la posible relación entre dicho receptor y el receptor HER2 (factor de crecimiento epidérmico humano). HER2 se encuentra sobre-expresado en un 20-25% de los casos de cáncer de mama y la formación de heterómeros con CB2 podría constituir una nueva herramienta de pronóstico e incluso una diana terapéutica en ciertos casos de cáncer de mama.
En cuanto a la segunda sesión de comunicaciones orales, ésta trató sobre los efectos psiquiátricos de los cannabinoides y el papel del SC en la adicción a drogas de abuso. Se explicó que THC administrado en la etapa embrionaria conduce a alteraciones histológicas y de comportamiento en la edad adulta; además, se demostró cómo estos efectos muestran cierto dimorfismo sexual ya que animales macho mostraron una mayor predisposición a sufrir crisis epilépticas inducidas tras la administración de THC que los animales hembra. Cuando el THC es administrado en la adolescencia, junto con episodios de estrés, también se observa una mayor alteración de la regulación del miedo en la edad adulta. No sólo se han observado alteraciones a nivel de comportamiento, sino que también se describieron alteraciones a nivel morfológico tras la administración de THC en la adolescencia en determinadas áreas cerebrales como el estriado, (implicado en el control motor) y también alteraciones en la expresión génica. Todo ello parece indicar que el consumo de cannabis durante la adolescencia deja una impronta en el desarrollo y actividad cerebral que permanece en la edad adulta.
Además del Prof. Mackie, el comité organizador invitó al Profesor de Farmacología de la Universidad del País Vasco, Koldo Callado, para hacer una revisión exhaustiva sobre la problemática del consumo de cannabinoides sintéticos durante la actividad titulada "Hot Topic". Los cannabinoides sintéticos (CS) son un conjunto de moléculas que se sintetizaron originalmente como herramientas potencialmente terapéuticas. Sin embargo, su modificación química en laboratorios clandestinos permite obtener series de compuestos entre 2 y 100 veces más potentes que el THC, dando lugar a efectos mucho más rápidos sobre el organismo y que en ocasiones resultan en episodios de toxicidad aguda para el consumidor y que requieren asistencia médica urgente. Los efectos tras su consumo son de corta duración lo que, combinado con su mayor potencia de acción, hace que sean potencialmente más adictivos que el THC. A pesar de los efectos deseados y buscados por los consumidores, como la euforia o la relajación, estos CS tienen efectos no deseados sobre el sistema cardiovascular o el aparato digestivo y pueden desembocar en alteraciones psiquiátricas y neurológicas. La problemática de los CS radica en que debido a la similitud química con los fitocannabinoides, muchas veces se denominan engañosamente como "marihuana sintética" y se suelen publicitar como alternativas no peligrosas y legales a la marihuana. Esta falsa publicidad de compuestos naturales, junto con su fácil acceso y la dificultad para detectar su consumo mediante pruebas o análisis estandarizados, probablemente es lo que ha hecho que haya crecido su popularidad entre los jóvenes y su consumo haya aumentado en los últimos años.
Por otro lado, durante esta sesión, también se expusieron las consecuencias del consumo intermitente de alcohol durante la adolescencia, que afecta a la expresión de los diferentes elementos del SC en determinadas regiones cerebrales y que podría estar relacionada con una mayor vulnerabilidad para experimentar comportamientos adictivos. Además, se han observado alteraciones de los niveles de endocannabinoides (ECBs) y aciletanolamidas relacionadas en muestras sanguíneas de adolescentes consumidores de alcohol.
Los efectos neuroprotectores de los cannabinoides fueron los protagonistas de la tercera sesión de comunicaciones orales en la que gran cantidad de charlas trataron sobre el potencial terapéutico del CBD. El CBD parece tener un efecto protector en patologías neonatales, como la encefalopatía hipóxica-isquémica o el síndrome de Dravet. Así, en un modelo de lesión hipóxico-isquémica cerebral en lechones recién nacidos, se ha descrito que tras la administración de CBD fueron capaces de realizar con éxito una batería de tests conductuales superando incluso a aquéllos tratados con hipotermia (técnica de elección en estos casos). En cuanto al síndrome de Dravet, una patología infantil que cursa con crisis epilépticas refractarias, se expuso cómo el SC está alterado en el modelo animal que reproduce esta patología al tiempo que se propuso el tratamiento con CBD como estrategia terapéutica debido a sus propiedades antiepilépticas. Se cree también que el CBD podría restaurar las alteraciones observadas en los elementos del SC.
Otras patologías neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la demencia frontotemporal o el Parkinson, también muestran alteraciones en el SC y algunos cannabinoides como el ácido cannabidiólico (CBDA) y la cannabidivarina (CBDV) muestran efectos neuroprotectores en un modelo experimental de ELA.
Finalmente, para cerrar la reunión se entregaron los premios a las mejores publicaciones anuales de socios de la SEIC, así como los premios a las mejores comunicaciones tanto en formato póster como en formato comunicación oral. Un año más nos despedimos hasta la próxima reunión con la sensación de que los grupos que pertenecen a la SEIC están en la primera línea de la investigación sobre el Sistema Cannabinoide y que cada año el nivel científico de las comunicaciones va en aumento.