Nuevos enfoques para mejorar la biodisponibilidad oral del CBD

Por Renata Vardanega

La Dra. Renata Vardanega se graduó en 2011 en Ingeniería Alimentaria por la Universidad Reginal Integrada de Erechim (Brasil) y finalizó su doctorado en Ingeniería Alimentaria en 2016 en la Universidad de Campinas (Brasil). Ha dedicado su trabajo a la optimización de procesos de extracción ecológicos para obtener compuestos bioactivos a partir de diferentes matrices y al desarrollo de estrategias para mejorar la bioaccesibilidad de estos compuestos bioactivos, lo que ha dado lugar a más de 50 artículos, 7 capítulos en libros y 2 patentes. La Dra. Vardanega trabajó en una empresa brasileña de productos derivados del cannabis, donde fue responsable de los procesos de fabricación de principios activos farmacéuticos. Como investigadora en la Universidad de Minho, en Braga (Portugal) actualmente investiga estrategias para modular la biodisponibilidad de los cannabinoides en productos comestibles mediante la evaluación de la digestión in vitro, la citotoxicidad y la farmacocinética in vivo.

Por António A. Vicente

El profesor Antonio Vicente se licenció en 1994 en Ingeniería Alimentaria por la Universidad Católica Portuguesa de Oporto (Portugal) y terminó su doctorado en Ingeniería Química y Biológica en 1998 en la UMinho en Braga (Portugal). Recibió su Licenciatura en Ingeniería Química y Biológica por la UMinho en 2010. Desde el principio de su carrera, ha mantenido un estrecho contacto con la industria alimentaria, y está implicado en más de 40 proyectos de investigación junto con socios industriales y académicos, ya sea como participante o como líder de proyectos. Sus principales áreas de investigación son: la micro y la nanotecnología aplicadas a la tecnología alimentaria, utilizando diferentes estructuras de (nano)películas y recubrimientos multicapa, (nano)emulsiones, (nano)partículas y (nano)geles, todo ello en forma de materiales aptos para uso alimentario; y sistemas de digestión in vitro para la evaluación de lo que ocurre con los alimentos en el tracto gastrointestinal.

La popularidad de los beneficios del CBD ha aumentado progresivamente y cada vez hay más diversidad de productos en el mercado. El CBD está disponible en varias formas y concentraciones, lo que puede resultar confuso para los usuarios que quieren empezar a consumirlo. Una de las principales preguntas que se hacen los consumidores es: «¿Cuánto CBD se debe tomar para conseguir el efecto deseado?» La respuesta no es sencilla, ya que depende en gran medida del método de consumo.

La forma más conocida de consumir CBD es fumando o mediante vaporización de cannabis. Sin embargo, para quienes prefieren no fumar ni vaporizar, el CBD puede consumirse de otras formas, como por vía oral (cápsulas de CBD), sublingual (colocando extractos o caramelos bajo la lengua para su absorción a través de las glándulas salivales) o tópica (en lociones y cremas).

Cada método de introducción del CBD en el organismo da lugar a que diferentes cantidades de CBD lleguen al torrente sanguíneo para producir un efecto activo. Esto se conoce como biodisponibilidad del CBD, que se refiere al porcentaje de una sustancia que se absorbe en el torrente sanguíneo y se pone a disposición del organismo para su uso. Comprender cómo varía la biodisponibilidad en función del método de consumo es clave para determinar el mejor producto de CBD para que cada persona consiga los efectos deseados.

Muchas personas están acostumbradas a tomar medicamentos y suplementos por vía oral, por lo que éste es uno de los métodos preferidos para consumir CBD. Sin embargo, el CBD oral tarda más en producir efectos, ya que la absorción se produce a través del sistema digestivo, y tiene una biodisponibilidad relativamente baja, que suele oscilar entre el 6 y el 20 %1. Esto se debe principalmente al «efecto de primer paso», por el que el CBD se metaboliza en el hígado antes de entrar en el torrente sanguíneo. En la práctica, esto significa que deben consumirse dosis más altas de CBD para conseguir los efectos deseados. Dado que el CBD se utiliza cada vez más no sólo para tratar enfermedades, sino también para el bienestar general, se han comercializado numerosos productos de CBD comestibles. Sin embargo, estos productos plantean problemas relacionados con la baja biodisponibilidad del CBD ingerido por vía oral. Para abordar este problema, estamos desarrollando estrategias para mejorar la biodisponibilidad oral del CBD.

El proyecto CBDHIGHBIO, financiado por la Comisión Europea y realizado en la Universidad de Minho (Portugal), se centra en este objetivo. El primer enfoque consiste en la incorporación del CBD a sistemas de administración basados en lípidos. Estos sistemas pueden desviar la absorción fuera del hígado, donde se metaboliza gran parte del CBD, aumentando así la solubilidad del compuesto en medios acuosos, lo que mejora su absorción en el organismo. Los sistemas de administración específicos que estamos utilizando incluyen las nanoemulsiones (NE) y los portadores lipídicos nanoestructurados (NLC).

Las nanoemulsiones son mezclas en las que gotitas diminutas (del orden de nanómetros) de aceite se dispersan en agua, estabilizadas por un emulsionante. Las NE se utilizan habitualmente para mejorar la absorción y eficacia de sustancias hidrófobas como el CBD, ya que el organismo puede absorber más fácilmente estas diminutas gotas. Los NLC, por su parte, son portadores a base de lípidos formados por una combinación de lípidos sólidos y líquidos, también estabilizados por un emulsionante. Al igual que las NE, los NLC aumentan la absorción de sustancias lipófilas, pero ofrecen una ventaja adicional: su componente lipídico sólido proporciona una estabilidad mejorada.

Nuestros primeros resultados mostraron que el CBD era altamente compatible con estos sistemas de administración. Se encapsuló completamente en los vehículos y se mantuvo estable durante cuatro semanas de almacenamiento.2,3 Además, se evaluó el potencial citotóxico de los sistemas de administración utilizando células Caco-2, y no se observaron daños celulares ni en las NE ni en los NLC. De hecho, cuando el CBD se incorporó a estos nanosistemas, su potencial citotóxico se redujo drásticamente, probablemente debido al efecto protector de las partículas.

Estos nanosistemas cargados de CBD también se sometieron a digestión in vitro, simulando el proceso digestivo en la boca, el estómago y el intestino, lo que proporcionó una estimación de la biodisponibilidad del CBD. Los resultados mostraron un aumento de al menos el 20% en la biodisponibilidad cuando el CBD se incorporó tanto en las NE como en los NLC, en comparación con una muestra de control de aceite de CBD. Sin embargo, es importante interpretar estos resultados in vitro con cautela, ya que el modelo no tiene en cuenta ciertos procesos metabólicos, como el metabolismo hepático, por ejemplo, que reducen aún más la biodisponibilidad del CBD. Para recopilar datos más precisos, está previsto realizar evaluaciones preclínicas de la biodisponibilidad del CBD en ratones como siguiente fase de este estudio.

El segundo enfoque que estamos explorando para mejorar la biodisponibilidad oral consiste en combinar el CBD con piperina, una sustancia presente en la pimienta negra conocida por sus propiedades biopotenciadoras. La piperina aumenta la biodisponibilidad de otros compuestos al inhibir las enzimas hepáticas responsables de la degradación de sustancias como el CBD. El efecto biopotenciador de la piperina sobre el CBD también se evaluará en el estudio preclínico con ratones.

Además de la variabilidad de la biodisponibilidad del CBD causada por la forma de ingesta, la variabilidad individual de la biodisponibilidad del CBD es otro factor importante a tener en cuenta, ya que puede influir significativamente en los efectos del CBD en diferentes personas. Factores como la edad, el metabolismo, el peso corporal, la dieta e incluso las diferencias genéticas pueden influir en la cantidad de CBD que se absorbe en el torrente sanguíneo y en el tiempo que permanece activo en el organismo. Además, las variaciones en la actividad de las enzimas hepáticas, la salud intestinal y la digestión en general pueden alterar la forma en que se metaboliza el CBD. Esta variabilidad dificulta el establecimiento de una dosis única para todos los casos.

Una comprensión clara de los factores que influyen en los niveles de los diferentes compuestos del cannabis que llegan a la circulación sistémica es fundamental para diseñar comestibles de cannabis con efectos biológicos consistentes, pero esto rara vez se tiene en cuenta en la generación actual de productos comerciales. Mejorar nuestros conocimientos sobre el metabolismo del cannabis comestible tras su ingestión oral está estrechamente relacionado con la seguridad del consumo de estos productos. Debido a la escasa comprensión de cómo afectan los vehículos alimentarios a la farmacocinética y la biodisponibilidad del CBD, sigue siendo difícil diseñar un sistema de administración eficaz que garantice tanto una biodisponibilidad adecuada como la seguridad del consumidor. Por lo tanto, para el desarrollo seguro de productos comestibles a base de cannabis es esencial una comprensión completa de la digestión de los nanosistemas cargados de CBD.

En conclusión, mejorar la biodisponibilidad oral del CBD es crucial para optimizar sus efectos terapéuticos, especialmente dada la creciente demanda de productos de CBD prácticos y eficaces. Gracias a enfoques innovadores como los sistemas de administración basados en lípidos como las NE y los NLC, así como al uso de biopotenciadores como la piperina, estamos logrando avances significativos para superar las limitaciones del consumo oral tradicional. A medida que avanzamos en los estudios preclínicos, nuestros hallazgos son prometedores para el desarrollo de productos de CBD más eficientes y seguros que puedan mejorar tanto la salud como el bienestar de una amplia gama de consumidores.

Referencias:

1. Perucca y Bialer, 2020. 10.1007/s40263-020-00741-5

2. Vardanega et al., 2024. https://doi.org/10.1016/j.foodchem.2023.138295

3. Vardanega et al., 2024. https://doi.org/10.1016/j.foodres.2024.114498

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