Por Guillermo Velasco
Profesor titular del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular I, Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Junta directiva del Observatorio Español de Cannabis Medicinal.
Los pasados días 17 y 18 de octubre de 2019, tuvo lugar en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid un simposio dedicado a la Oncología traslacional: "Oncología Traslacional: desde la investigación básica al beneficio clínico", que pudo realizarse gracias al apoyo de varios patrocinadores, destacando entre ellos Fundación CANNA, y al que asistieron más de 140 personas.
Una parte importante de los avances que se han producido en los últimos 20 años en el tratamiento del cáncer se han basado en la colaboración entre la investigación básica y la clínica. Existen numerosos ejemplos en los que descubrimientos obtenidos en los laboratorios de investigación utilizando modelos preclínicos celulares o animales han permitido sentar las bases del desarrollo de nuevos métodos diagnósticos y/o de nuevas terapias que han permitido que algunos tipos de tumores como por ejemplo determinados subtipos de cáncer de mama, de cáncer de pulmón o de leucemias hayan pasado de ser prácticamente incurables a transformarse en enfermedades crónicas o en incluso en ocasiones a curarse completamente. Se trata, por tanto, de un camino que ya ha reportado éxitos notables y que hay que seguir recorriendo de manera decidida.
Debate posterior a la charla de Pier Paolo Pandolfi
Sin embargo, una de las dificultades a las que se enfrenta esta estrategia es que la comunicación entre los investigadores básicos y los clínicos no es siempre fácil. Así, los oncólogos y médicos encargados de tratar a los pacientes con cáncer frecuentemente no conocen en profundidad los mecanismos bioquímicos y moleculares precisos que determinan el desarrollo y progresión de los tumores. Por otro lado, los investigadores básicos no somos siempre plenamente conscientes de las dificultades que implica la práctica clínica diaria, ni tampoco de los pasos necesarios para poder implementar nuevos tratamientos en pacientes oncológicos. Todo ello hace que sea especialmente importante desarrollar foros que permitan mejorar la comunicación y cooperación entre investigadores clínicos y básicos. Este primer simposio internacional en Oncología Traslacional del Hospital Clínico San Carlos ha sido, sin duda, un lugar de encuentro que ha contribuido a sentar las bases de nuevas colaboraciones básico-clínicas.
Debate posterior a la charla de Paul Workman
En ese contexto, cabe destacar el importante papel que los cannabinoides pueden tener en oncología, bien como agentes que pueden ayudar a aliviar la sintomatología de los pacientes con cáncer o bien como agentes que tienen el potencial para poder utilizarse como fármacos antitumorales. Desafortunadamente, el grado de conocimiento entre la comunidad médica de las propiedades terapéuticas de los derivados de la marihuana y específicamente de la utilidad que pueden tener en pacientes con cáncer es todavía limitado. Por ello, resulta especialmente importante divulgar, transmitir y resaltar el estado actual de esos conocimientos entre los oncólogos clínicos de manera que los cannabinoides puedan irse estableciendo progresivamente como una herramienta terapéutica más, al servicio del tratamiento del paciente oncológico.
De izquierda derecha los organizadores del simposio: Pedro Pérez Segura (jefe de servicio de Oncología del HCSC), Alberto Ocaña (oncólogo clínico del HCSC) y Guillermo Velasco (professor Titular de la UCM y coordinador de investigación traslacional en Oncología del HCSC).
En la conferencia que impartí durante la primera jornada del congreso y a la que asistieron numerosos investigadores básicos y clínicos de diversos centros nacionales e internacionales, tuve la oportunidad de poder resumir el conocimiento actual acerca de las propiedades terapéuticas de los cannabinoides, centrándome en su posible utilidad en oncología. En la charla comencé por resumir el importante papel del sistema endocannabinoide en la regulación de numerosas funciones fisiológicas del organismo. Igualmente, pude destacar que numerosos estudios preclínicos y clínicos han demostrado que la utilización de fármacos o extractos que contienen THC (u otros compuestos derivados del mismo con capacidad para estimular los receptores de cannabinoides), estimula el apetito, inhibe la sensación de náusea y los vómitos y puede producir un efecto analgésico. Todos estos efectos pueden ser de gran utilidad para aliviar los síntomas asociados a los tratamientos de quimioterapia, lo que ha hecho que algunos fármacos cannabinoides están aprobados en algunos países para su utilización en pacientes oncológicos.
De izquierda a derecha: Guillermo Velasco, Trinidad Caldes, Pedro Pérez Segura y Alberto Ocaña
El resto de la charla lo dediqué a hablar de otro aspecto menos establecido pero muy prometedor, de la posible aplicación terapéutica de los cannabinoides: su potencial antitumoral. Así, numerosas investigaciones han mostrado que el THC y otros cannabinoides tienen actividad antitumoral en modelos animales de cáncer. Otra serie de estudios también ha mostrado que la combinación de cannabinoides con otros agentes antitumorales puede producir un mayor efecto antitumoral que la administración de estos compuestos de manera individual. En la presentación mostré algunos de los datos que permitieron sentar las bases del desarrollo de un ensayo clínico en el que se analizó la acción antitumoral del fármaco Sativex (un fármaco producido por la compañía GW pharmaceuticals que contiene THC y CBD en proporción 1:1) en combinación con Temozolomida (el agente quimioterapéutico de referencia para el tratamiento de pacientes con Glioblastoma). Aunque los resultados del ensayo no se conocen en su totalidad, los datos que ya se han hecho públicos indican que la combinación de Sativex y Temozolomida produjo un aumento significativo en la supervivencia de los pacientes del ensayo con respecto a aquellos que se trataron con placebo y temozolomida. Se trata de resultados prometedores que apoyan la idea de que los cannabinoides pueden ser de utilidad en el tratamiento de este tipo de tumor cerebral. En todo caso será necesario desarrollar estudios clínicos adicionales con un mayor número de pacientes para poder corroborar estas observaciones.
Guillermo Velasco durante su charla explicando el papel del Sistema endocannabinoide.
Cabe destacar que este tipo de investigación traslacional encaja perfectamente en el planteamiento del simposio. Así, la charla permitió ilustrar como a partir de resultados obtenidos en el laboratorio y en modelos animales y gracias a la colaboración de investigadores básicos y clínicos es posible desarrollar ensayos clínicos en los que analizar en pacientes de cáncer la posible utilidad de tratamientos antitumorales en este caso basados en la utilización de cannabinoides. En mi opinión, la presentación de estos resultados en foros científicos con participación de clínicos y oncólogos es una de las estrategias que puede contribuir a normalizar la utilización de cannabinoides en pacientes con cáncer.
Guillermo Velasco durante su charla explicando las acciones terapéuticas de los cannabinoides.
Es importante resaltar que el simposio ha contado con la asistencia de numerosos investigadores básicos y clínicos de prestigio internacional que han presentado resultados de gran interés, que en muchos casos ya están contribuyendo a mejorar las terapias antitumorales existentes. Entre ellos cabe destacar la presencia de los dos conferenciantes invitados: Pier Paolo Pandolfi (de la Universidad de Harvard), a cargo de la conferencia invitada básico traslacional y de Paul Workman (del Institute of Cancer Research, Londres) que impartió la conferencia de clausura sobre medicina personalizada. Se trata de dos investigadores del máximo nivel que despertaron un enorme interés entre los asistentes al simposio. Igualmente destacada fue la participación del resto de conferenciantes entre los que cabe resaltar a Laura Saucek (del Instituto de Investigaciones Oncológicas del Vall D'Hebron, Barcelona), Marcos Malumbres (centro de investigaciones Oncológicas, Madrid), Arkaitz Carracedo (CiC BioGUne, Derio), Mari Luz Martínez Chantar (CiC BioGUne, Derio), Rajesh Chopra (Institute of Cancer Research, Londres), Pilar Sánchez Gómez (Instituto Carlos III de Madrid) o Balázs Gyöffry (Institute of Enzymology, Budapest).
De izquierda derecha: Guillermo Velasco, Pier Paolo Pandolfi (Harvard Medical School), Arkaitz Carracedo (CIC Biogune, Derio) y Juan L Iovanna (INSERM, Marsella).
Por último, cabe subrayar que este simposio internacional ha servido de presentación al nuevo proyecto de Oncología traslacional que va a empezar a desarrollarse en el Instituto de Investigaciones Sanitarias San Carlos. El proyecto está liderado desde el grupo de Oncología traslacional del Hospital Clínico San Carlos y cuenta con la participación de numerosos oncólogos e investigadores tanto del Hospital como de la Universidad Complutense de Madrid. Entre los objetivos estratégicos de investigación del grupo de Oncología traslacional del Hospital Clínico se encuentra el desarrollo de nuevos estudios encaminados a analizar la utilidad de los cannabinoides como fármacos con potencial terapéutico en oncología.
De izquierda derecha: Guillermo Velasco, Pier Paolo Pandolfi (Harvard Medical School), Alberto Ocaña y Pedro Pérez Segura