Por Lisette Wijnkoop
Lisette Wijnkoop estudió para farmacéutico y ha estado trabajando ampliamente en el ámbito de la medicina natural como la homeopatía. En 2006 se inició en el cannabis medicinal en una farmacia especializada en cannabis en la ciudad de Groninga en los Países Bajos. Este proyecto duró un año. Posteriormente trabajó en Bedrocan como controladora de calidad del procesamiento del cannabis y asesora de pacientes, médicos y otras personas en el campo de la medicina. Actualmente Lisette es asesora de la división de cannabis medicinal del Centro de Información del Cannabis, una organización autónoma. Junto con Arno Hazekamp y otras personas está iniciando una fundación cuyo fin es organizar cursos de formación para médicos e impartir información a otros grupos interesados en el uso medicinal de la marihuana.
Conoce a los Expertos es una serie de entrevistas realizadas por expertos del campo del Cannabis a líderes mundiales en investigación y en la práctica clínica del Cannabis como medicina.
El Dr. Arno Hazekamp (1976) estudió Biología Molecular (Licenciatura) y Ciencias Biofarmacéuticas (Maestría) en la Universidad de Leiden, Países Bajos. De 2001 a 2007 centró su investigación de doctorado en los aspectos medicinales de la planta de cannabis y participó activamente en la creación del programa neerlandés de cannabis medicinal, trabajando en estrecha colaboración con Bedrocan y la Oficina de Cannabis Medicinal.
En el período 2007-2010, se especializó como experto en cannabis medicinal, trabajando estrechamente con agencias gubernamentales, universidades y pequeñas empresas farmacéuticas. De 2009 a 2013, fue miembro de la Junta de la Asociación Internacional de Medicamentos Cannabinoides (IACM, sigla en inglés). Es un viajero activo y conferencista, y es considerado un defensor profesional del cannabis medicinal. En 2011, se convirtió en Jefe de Investigación y Educación (I&D) de Bedrocan BV. Actualmente, su enfoque principal es la creación del Centro de Expertos Neerlandeses para el Cannabis (DECC, sigla en inglés), donde trabaja como consultor independiente. Arno ha publicado más de 30 artículos científicos sobre varios aspectos del cannabis medicinal.
Lisette Wijnkoop: Arno, ¿cómo se describiría?
Arno Hazekamp: Creo que soy un investigador nato. Ya de niño quería saber cómo funcionaban todas las cosas; solía separarlas y estudiar las pequeñas partes que había dentro. Tenía un profundo interés por las ciencias naturales, la biología, la física y la química. Mi primer deseo fue convertirme en paleontólogo y buscar fósiles, pero debido a mi profesor de biología en la escuela secundaria finalmente fui a la universidad para convertirme en bioquímico de plantas. Desarrollé un interés especial en la medicina basada en plantas. Estaba convencido de que quería convertirme en un "experto" en algo, pero simplemente no sabía con exactitud en qué. Nunca pensé que sería en cannabis medicinal, pero me alegro de haberlo hecho. Ahora me considero un experto en cannabis medicinal, con ya 16 años de experiencia.
Lisette Wijnkoop: ¿Qué lo inspiró a estudiar la planta del cannabis?
Arno Hazekamp: Alrededor del año 2000 estuve en vinculado al departamento de Farmacognosia (medicamentos derivados de las plantas) de la Universidad de Leiden (Holanda) durante varios años, primero como estudiante de máster, luego como técnico de laboratorio y coordinador del programa de estudiantes internacionales. Allí, bajo la supervisión del inspirador profesor Rob Verpoorte, aprendí que se puede entender mucho sobre las plantas medicinales estudiando el uso tradicional de esas medicinas. El conocimiento cultural es tan importante como los estudios químicos en laboratorios modernos y ambos enfoques deben utilizarse cuando se desarrollan medicamentos modernos a partir de plantas tradicionales.
Estaba interesado en hacer un doctorado, pero tenía miedo de escribir una tesis que nadie iba a leer porque el tema era demasiado especializado. Desafortunadamente eso sucede bastante en la investigación científica. Quería trabajar con equipos de alta tecnología en el laboratorio químico, pero también quería dejar el laboratorio a veces para viajar e interactuar con los usuarios reales de las plantas medicinales que estudiaba. Entonces un día mi profesor vino y me preguntó si me interesaba estudiar el cannabis medicinal. Le pregunté de dónde había sacado esa idea y me dijo que el gobierno neerlandés había decidido que quería iniciar un programa nacional de cannabis medicinal. Holanda iba a ser uno de los primeros países del mundo en legalizar totalmente el cannabis medicinal y yo iba a ser el primer investigador en este nuevo campo de investigación. Era el proyecto perfecto para mí.
Lisette Wijnkoop: ¿Qué aspectos del cannabis estudió durante su PhD?
Arno Hazekamp: La palabra clave de mi investigación de doctorado fue la química. El principal interrogante que traté de abordar fue: ¿qué hace el cannabis medicinal, qué productos químicos están escondidos dentro de él y cuál es la mejor manera de utilizarlo? Por eso titulé mi tesis doctoral como "Cannabis – La extracción de la medicina". La primera pregunta lógica que necesitaba hacerme era: ¿Cómo podemos identificar todas las sustancias químicas presentes en el cannabis? Hoy en día sabemos mucho sobre cannabinoides y terpenos y cómo trabajan juntos para producir efectos medicinales. Pero en ese momento los científicos solo conocían el THC, porque esa es la sustancia química que te hace sentir "high". Me tomó dos años aprender a identificar todos esos componentes y aislar cannabinoides purificados de plantas de cannabis que obtuve de Bedrocan, el productor oficial de cannabis. Estos cannabinoides aislados fueron una tremenda ayuda en la segunda parte de mi estudio de doctorado, donde me enfoqué en formas de administración como la vaporización y la infusión. Las preguntas que he ayudado a responder incluyen: ¿Es mejor vaporizar que fumar? ¿Cuál es la mejor manera de hacer té de cannabis? y ¿Qué tipo de productos químicos se consumen al usar estos diferentes métodos? Empecé a darme cuenta de que casi todas las preguntas que la gente tenía sobre el cannabis medicinal estaban relacionadas con la química. Mis trabajos de investigación sobre la vaporización fueron tan positivos, que se convirtieron en una parte importante para la obtención del vaporizador Volcano aprobado como dispositivo médico. Y mi estudio del té de cannabis sigue siendo uno de los pocos que se han hecho sobre este tema.
Lisette Wijnkoop: ¿Qué relación tenía con Bedrocan (el cultivador de cannabis medicinal para el gobierno neerlandés) durante sus estudios?
Arno Hazekamp: Soy bioquímico, no cultivador de plantas. Así que desde el comienzo de mi investigación Bedrocan fue la pareja perfecta: ellos cultivan el cannabis y yo lo analizo. Como investigador, necesitaba estar seguro de poder obtener siempre exactamente el mismo tipo de cannabis, año tras año. Si no, no sería posible comparar entre sí mis estudios, porque básicamente estaría estudiando cannabis diferente todo el tiempo. Bedrocan fue la solución porque fueron capaces de cultivar plantas estandarizadas. Estandarizado significa que la composición química es siempre la misma, para todos los cannabinoides y terpenos. Cultivar cannabis puede ser bastante fácil, pero cultivar cannabis estandarizado sigue siendo algo que Bedrocan hace mejor que cualquier otro cultivador en el mundo. Tenía un suministro completamente legal e ilimitado de plantas de alta calidad y un laboratorio académico lleno de equipos y conocimientos. Puede imaginar que era el investigador de cannabis más afortunado en el mundo.
Después de mi doctorado, trabajé primero por cuenta propia durante unos años (2006-2009) y estudié varias plantas medicinales además del cannabis. Pero finalmente mi interés en la planta de cannabis ganó y me contrataron como jefe de Investigación y Desarrollo en Bedrocan. Mantuve ese trabajo hasta principios de 2016, cuando decidí convertirme en consultor independiente y educador al servicio de la creciente industria internacional del cannabis.
Lisette Wijnkoop: Durante un tiempo viajó usted con frecuencia a los EE.UU. La gente estaba interesada en usted. ¿Cuál fue la razón y qué lo hacía tan interesante?
Arno Hazekamp: El cannabis medicinal se desarrolló en diferentes países del mundo, incluyendo Holanda e Israel; no obstante, la industria del cannabis se desarrolló más rápidamente en algunos estados de los Estados Unidos como California, Washington y Oregón. La gente quería establecer allí laboratorios de pruebas y desarrollar productos para los pacientes, con el fin de obtener beneficios y establecer un negocio real. Sin embargo, el gobierno federal no permitió el uso médico del cannabis (todavía no lo hace) por lo que a muchos expertos oficiales les preocupaba trabajar en una industria que no fuera completamente legal. Me interesé porque los interrogantes con los que la gente estaba batallando eran exactamente los mismos que había abordado en mi investigación: pruebas de laboratorio, formas de administración, estándares de calidad. Así que yo era la persona perfecta para trabajar con algunas de estas nuevas empresas y dispensarios. No siempre fue fácil averiguar si trabajaba con gente de fiar, porque desafortunadamente la industria del cannabis está llena de gente que lo que quiere principalmente es obtener un gran beneficio. Traté de asegurarme de que mis clientes estuvieran realmente interesados en la calidad y en un enfoque científico, aunque les llevara más tiempo y dinero alcanzar sus metas. Mi aventura americana solo duró unos años ya que otros países estaban poniéndose al día con proyectos de cannabis medicinal. Hoy en día trabajo nuevamente más a menudo en Europa.
Lisette Wijnkoop: En los Países Bajos existen los coffeeshops para el uso recreativo del cannabis. A ellos les gustaría mucho obtener un estatus más legal para cultivar el cannabis que es ilegal en este momento. ¿Le interesa a usted como científico y especialista en análisis del cannabis contribuir a este respecto?
Arno Hazekamp: La principal diferencia entre el cannabis de los coffeeshops y el de las farmacias es la calidad y la consistencia. Cuando se compra cannabis en un coffeeshop o a un distribuidor de la calle, nunca se sabe con certeza lo que te están vendiendo. La composición química puede ser diferente cada vez, incluso aunque el producto tenga el mismo nombre, como "White Widow" o "Amnesia Haze". Lo sé porque hice algunos estudios sobre eso también. Pero lo que es más importante, el cannabis del coffeeshop puede contener un gran número de contaminantes, incluyendo pesticidas, metales pesados, microbios o incluso cannabinoides sintéticos. No puedes oler, probar o ver estos contaminantes, por lo que ni siquiera puedes ser consciente de que los consumes. Si hay un debate serio sobre la legalización del uso recreativo del cannabis, entonces debemos considerar la estandarización y el control de calidad de ese cannabis. Eso significa que mi experiencia será muy útil. Aunque mi principal interés es el uso medicinal del cannabis, sé que muchos pacientes van al coffeeshop para adquirirlo. Al final, tener acceso a un cannabis seguro y confiable será un beneficio para todos.
Lisette Wijnkoop: En los Países Bajos el cannabis medicinal se utilizó en un principio en forma de infusión o por inhalación. Ahora el aceite de cannabis está adquiriendo cada vez más popularidad. ¿Qué piensa de este desarrollo y qué vendrá después?
Arno Hazekamp: El aceite de cannabis es un extracto concentrado de cannabis, lo que hace más fácil consumir una mayor cantidad de cannabinoides y terpenos. Algunos pacientes lo necesitan y creo que para algunas enfermedades el aceite de cannabis puede funcionar mejor que, por ejemplo, vaporizándolo o ingiriéndolo. Sin embargo, el aceite de cannabis no es la panacea que afirman algunos. Creo que las expectativas que la gente tiene del aceite son fomentadas principalmente por las empresas, que están tratando de vender tanto como sea posible. Basado en mi investigación encontré que, muy a menudo, el aceite no contiene la cantidad de THC o CBD que se indica en la etiqueta. El aceite puede contener muchos contaminantes, sin embargo, no existe ningún requerimiento que exija probarlo. Además, el uso de grandes cantidades de aceite plantea graves problemas de salud: ¿qué sucede con el cerebro de un niño pequeño si recibe una gran cantidad de CBD todos los días para tratar la epilepsia? ¿Cura realmente el cáncer o hace que a veces se desarrolle más rápido? Hay muchos aceites diferentes para la venta hoy en día, pero muy pocas pruebas científicas de su seguridad y eficacia. En este momento, el mercado del aceite está completamente impulsado por los intereses comerciales de los productores. Espero que esto cambie pronto y que se introduzcan normas mínimas de calidad para garantizar la seguridad del consumidor.
Lisette Wijnkoop: Algunas personas ven el cannabis medicinal como una medicina alternativa. En los Países Bajos los médicos habituales generalmente no prescriben medicinas alternativas. ¿Cree que el cannabis merece ocupar un lugar como medicina regular y cómo podría lograr este estatus?
Arno Hazekamp: A los médicos se les entrena en la escuela de medicina para creer plenamente en los ensayos clínicos. Esa ha sido la forma dominante de desarrollar medicamentos modernos durante las últimas décadas y de esta manera se han desarrollado muchos medicamentos para salvar vidas. Si algo no se estudia mediante ensayos clínicos, la mayoría de los médicos no lo aceptan como una medicina moderna y entonces lo llaman medicina alternativa. Además, la medicina moderna viene en forma de una píldora agradable, un inhalador o una crema para la piel. Ninguna medicina moderna se consume en forma de planta. Así que el cannabis está en un lugar extraño actualmente: es demasiado herbáceo para la medicina moderna, pero es demasiado potente para ser regulado como una medicina alternativa, después de todo, se puede fumar para sentirse "high". Es difícil culpar a los médicos que tienen dificultades para creer que el cannabis no es (todavía) una medicina útil. Sin embargo, cada vez más países están legalizando el cannabis medicinal y más médicos se están acostumbrando a la idea. Resulta útil entender por qué los médicos se oponen al cannabis y tener una buena discusión con ellos. Lo que más se necesita es un buen programa de formación médica que revele los conocimientos científicos obtenidos sobre el cannabis durante los últimos años. Cada vez se realizan más ensayos clínicos, pero aún queda mucho por aprender. Además de los ensayos clínicos, también podemos aprender mucho a través de entrevistas y encuestas entre usuarios experimentados de cannabis medicinal.
Lisette Wijnkoop: ¿Cómo ve el desarrollo internacional del cannabis medicinal, especialmente en Europa? ¿Cuál piensa usted que es o puede ser su papel en este sentido?
Arno Hazekamp: Lo más importante que sucederá en los próximos años es: ver lo que hemos aprendido del consumo del cannabis en los últimos años y decidir cómo queremos mejorarlo. El cannabis medicinal ya es una fuerza imparable, así que vamos a llevar a la industria del cannabis en la dirección correcta. La clave es introducir normas internacionales de calidad. Después de todo, estas existen también para los coches, el microondas, los alimentos y otros productos medicinales. ¿Por qué entonces no también para el cannabis? Las normas de calidad deben aplicarse a todas las etapas del cannabis medicinal: cultivo de plantas, desarrollo de productos, pruebas de laboratorio, etc. Si una empresa infringe las normas, debe ser castigada e incluso cerrarse. Si se observan las normas y los reglamentos en los diferentes países, deberíamos ser capaces de identificar las "mejores prácticas", soluciones que han demostrado que funcionan en situaciones de la vida real.
La educación, basada en investigaciones científicas y encuestas entre usuarios experimentados, es la clave para asegurarse de que los reguladores del sistema (gobierno, autoridades médicas, inspectores de calidad) saben cómo hacer su trabajo de manera justa y eficiente. Especialmente en el campo de la educación sobre el cannabis medicinal puedo ver un papel para mí. Cada año organizo un curso de una semana de duración llamado Masterclass Medicinal Cannabis. Me gustaría ampliar este curso y trabajar con otras organizaciones para crear una red de formación verdaderamente europea.
Lisette Wijnkoop: ¿Qué es lo que más le entusiasma del futuro del cannabis como medicamento?
Arno Hazekamp: Que está basado en la ciencia pero al mismo tiempo inspirado por el paciente. Después de todo, el cannabis medicinal no sería tan grande hoy si los pacientes en todo el mundo no hubieran dado tanto impulso al tema. La adecuada investigación, por parte de científicos capacitados, es importante, sin embargo, el tema a estudiar debe basarse en lo que necesitan los pacientes reales. Siempre he seguido esta creencia en mis propios estudios.
Históricamente, creo que el cannabis se convertirá en la medicina "tradicional" que ha dado el mayor salto en la medicina "moderna". Como resultado, espero que le sigan muchos más medicamentos vegetales que puedan revolucionar la forma como practicamos la medicina. Después de todo, cuando el cannabis tenga éxito como medicina moderna, ¿cómo podríamos impedir que otras plantas sigan el mismo camino? Es un hecho, el futuro estará lleno de medicamentos a base de plantas.